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El pelo castaño claro se movía con el viento. Las vacaciones de verano habían acabado, y el invierno había comenzado en Atlanta. El primer día de instituto había llegado tan pronto que nadie pudo frenarlo, ni siquiera advertirlo. Y ahora, veinte de Agosto, todos llegaban entre entusiasmados y amargados. Entusiasmados por que podrían presumir de sus vacaciones, y amargados por volver a estudiar. A mí la verdad, no me desagradaba tanto la idea. Vería a mis amigos, a quienes no había visto desde hacía como tres meses. Liam tuvo que ir a Canadá a visitar a sus abuelos, y Ethan fue con él. Logan y su hermana melliza Emma viajaron a las Bahamas. Lily y Chloe, las amigas inseparables, se fueron a México con sus padres. Yo en cambio me quede con mi madre, ya que mi padre tenía demasiado trabajo como para salir de vacaciones. Aunque me hubiera gustado ir a Canadá para visitar al resto de mi familia, tuve que quedarme con mis hermanos, Sophia y Jayden. Y eso sí que fue una pesadilla. Primero, Sophia con sus cuatro años queriendo que jugara con ella a las muñecas, y luego, Jayden gateando y llorando, como si así le entendiéramos lo que quiere. Así que en parte estaba agradecido de entrar al instituto. Este era mi último año, y luego iría a la universidad. Aun no sabía a cuál, pero estaba seguro de querer estudiar arquitectura.

Entre por la gran puerta del edificio, y el ambiente era mareador. Chicas abrazándose y gritando, parejas besándose en pleno pasillo, y chicos riendo fuertemente por cualquier tontería. Camine a mi taquilla buscando el número 108 en la puerta de metal verde. Mas apenas divise a Liam, él sonrió y llego a mí rápidamente, dándome un gran abrazo. Luego llegaron los demás como por arte de magia, y comenzamos a hablar.

  -Dios Aiden, no sabes cuánto sufrí con Ethan-dijo Liam, Ethan lo fulmino con la mirada y me miro sin darle importancia.

 -No hice nada malo-aclaro el rubio, Liam le dio un zape en la cabeza.

 -Le coqueteaste a mi prima, que tiene veinte años-Liam negó con la cabeza.

 -Se veía de menos-se defendió Ethan.

 -Lo que sea, nadie quiere ver a dos gays discutiendo-dijo Emma rodando los ojos. La mire y ella me sonrió- Supongo que fue horrible quedarte con tus hermanos.

 -Ni lo imaginas-dije riendo.

 -Sí, me lo imagino-dijo ella señalando a su hermano- Tiene diecisiete, pero parece de siete.

 -No fue para tanto-aclaro Logan encogiéndose de hombros.

 -Destrozaste un carrito de Golf-Emma lo miro acusándolo.

 -Logan, tu nunca cambias-dije sonriendo.

 -Por favor, si Logan cambia, es el fin del mundo-dijo la rubia, Chloe. Logan la fulmino con la mirada, pero ella le guiño un ojo.

 -Ok, coqueteos no por favor, ya sufrí bastante en México-suplico Lily.

 Yo reí y en ese momento sonó el timbre. Todos nos fuimos a nuestras respectivas clases, y para mi mala suerte, no me tocaba con ninguno de ellos. Camine hasta la clase que mi horario decía, Matemáticas. No me gustaban mucho, pero no importaba. Entre viendo a algunos sentados en las mesas, y otros apartados sentados solos. Me senté en la segunda fila, al lado de la ventana. Escuche la voz de John, el chico “popular” del instituto. Mire a la puerta queriendo ver con quien estaba, pensando que quizás venía con Madison, la chica “popular”, o algunas de las huecas que la imitaban, mas mi sorpresa fue grande cuando vi que venía acompañado de una chica de cabello castaño rojizo, ojos verdes, una boca gruesa, que parecía fresa, con unas pecas en sus pómulos y una nariz perfecta. Llevaba su cabello  tomado en una especie de moño, y pude ver como por el lado le caía una trenza bahiana color morado. Iba vestida con un polo blanco muy simple, y unos jeans algo apretados. Llevaba un sweater plomo, y unas convers negras. Pude ver en su muñeca una pulsera de cuero, y sus uñas pintadas de negro. La chica era hermosa, muy hermosa. No se veía como el estilo de John, parecía más simple. ¿Sera como yo y preferirá disfrutar la vida o querrá ser popular? La pregunta no obtuvo respuesta porque el profesor entro justo en ese momento. Todos se sentaron en una silla, y dejaron de hablar. La sala quedo en completo silencio. Mire a la chica una vez más, y estaba sentada en la segunda fila, al lado de la puerta, junto con John. Mire atrás de ellos a Madison, quien fulminaba con la mirada a la chica. Madison era una superficial. Siempre salía con los que eran más populares. Pero nunca consiguió salir con John. Se podía notar enseguida que a Madison le gustaba John, mas John jamás la tomaría en serio, porque si se metía con ella, y le rompía el corazón, como a todas sus ex novias, seria odiado por la mitad del instituto. Pero había algo distinto en John, miraba demasiado a esa chica nueva. Le gustaba, era obvio, pero la chica no era su tipo.

  -Buenos días-dijo el profesor-un gusto verlos nuevamente. Pero no se instalen en sus puestos, porque yo los asignare.

  Hubo un murmullo de quejas, y todos nos levantamos de nuestra silla. Madison sonreía triunfante. John en cambio miraba con odio al profesor, y la chica nueva, pues miraba al profesor muy tranquila.

  -Thompson-dijo el profesor, lo mire atentamente.- Usted ayudara a la señorita Follet a integrarse al grupo-abrí los ojos sin saber quién era ella-por favor, siéntese junto al señor Thompson-mire a un lado y vi a la chica nueva asentir y caminar hacia mí, me sonrió tímidamente y yo le respondí la sonrisa.

  Podía ver como John me fulminaba con la mirada, y Madison miraba triunfante. Follet pensé, suena como francés. Me senté en la silla y vi como ella se sentaba junto a mí. Pude ver su muñeca mejor, y la pulsera de cuero tenia escrito algo que no pude ver bien. La mire a la cara y ella se volteo a mirarme. Me volvió a sonreír y estiro su mano frente a mí.

  -Lia Follet-su voz era melodiosa. Mire su mano y la agarre delicadamente.

 -Aiden Thompson-dije. Solté su mano sintiendo una especie de corriente eléctrica por mi brazo. Definitivamente era francesa.

 -¿Y qué tal las vacaciones?-pregunto ella muy amablemente.

 -Aburridas-dije sintiéndome un completo ɘstúpido.

 -Te entiendo-dijo sonriendo-mis vacaciones fueron ordenar las cajas por la mudanza.

 -Que mal-dije intentando sonar amigable.

 -Silencio-el profesor hablo fuertemente haciendo que todas las quejas y conversaciones cesaran.- Ya no estamos en vacaciones. Ahora, presten atención a mi clase, o irán con el director.

  Y todo el mundo empezó a escuchar al profesor silenciosamente, quien empezó con un repaso de Trigonometría. La verdad, no preste nada atención de nada de lo que dijo el profesor, estaba más concentrado en mi nueva compañera de banco. Demasiado interesado, diría yo.

Cuando el timbre sonó, John se acercó a Lia y la llevo fuera de la sala. Suspire pesadamente, era inalcanzable. Salí de la sala de clases para el primer receso del día. Me dirigí a mi taquilla y deje los cuadernos de matemáticas y mire mi horario.  Escrito en letras negras salía Lengua. Eso sí lo detestaba. Resople y saque los cuadernos. Cerré la taquilla y a mi lado vi a Lia, intentando abrir la taquilla junto a la mía.

  -Déjame-dije amablemente, ella me miro con sus penetrantes ojos verdes, se hizo a un lado y me dejo el paso.

  Golpee la puerta y luego la tire, haciendo que esta se abriera. Me llego entonces un olor exquisito, que no pude identificar. Era muy agradable aquel olor. Me separe rápidamente y la mire.

  -Gracias-dijo sonriendo. Se acercó a la taquilla y dejo algunos cuadernos.

 -¿Qué te toca?-pregunte nervioso rascándome la nuca.

 -Ah-dijo mirando su horario-Lengua-hizo una mueca de disgusto.

 -Oh, pues a mí también-dije algo más tranquilo, ella me miro y me sonrió.

 -¿Enserio?-pregunto.

 -Sí, ¿Quieres que te lleve?-pregunte esperanzado.

 -Claro, me harías un gran favor-dijo.

 -Entonces vamos-dije.

 -Lia-dijo John a mi espalda, me gire y lo mire. Sus ojos cafés oscuro me fulminaban con la mirada.

 -Encontré mi taquilla-dijo muy sonriente.

 -Genial-dijo John, que ahora la miraba a ella sonriendo.- ¿Te llevo a tu próxima clase?

 -Gracias, pero no es necesario, Aiden me va a llevar-dijo mirándome. Le sonreí algo incómodo, eso le molestaría a John.

 -Ah, pero mejor yo te llevo, me queda en el camino-dijo John.

 -A Aiden le toca lengua-Lia le sonrió.

 -Bueno, entonces nos vemos en el otro receso-dijo John, quien me miraba furioso.

 -Claro, nos vemos John-dijo Lia. John se fue caminando y yo mire a Lia nuevamente.

 -¿Vamos?-pregunte.

 -Por supuesto-dijo ella.

  Cerré mi taquilla y camine junto a ella por los pasillos. Muchos chicos la miraban como caminaba muy delicadamente. Su andar era algo extraño, muy pausado y rítmico. Era como si bailara. Ella me miro y sonrió.

  -¿De dónde eres?-pregunte curioso.

 -Chile-dijo.

 -Oh-no sabía que más decir- aquí es-señale la sala repleta de personas.

 -Gracias-dijo ella, me sonrió y entro a la sala.

  Se sentó al fondo en una mesa sola, miro hacia la ventana donde solo se veía el cielo azul, la mire y camine hacia ella indeciso.

  -¿Puedo sentarme contigo?-pregunte nervioso. Esto se estaba haciendo costumbre.

 -Claro, siéntate-dijo alegremente.

Parte 2 del capitulo I

 

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